Qué son los amigos

 

Foto: https://pixabay.com/images/id-2569234/

Hace mucho, algún día que hoy seguro no recordamos, salimos de la casa familiar y nos encontramos con alguien: Un ser que nos pareció similar, que compartía con nosotros los mismos intereses, que escuchaba nuestras buenas ideas y juntos las convertíamos de   pronto en fantasías compartidas; en mundos  inventados que ocupaban nuestras tardes de niñez sin que tengamos noción del tiempo, hasta que alguien nos sacaba del juego para volver a la realidad. 

Posiblemente es por ahí que se origina esa cosa maravillosa que es la amistad, ese encuentro con otros que comparten el mundo de fantasía que decidimos inventar.

Mis primeros recuerdos de amistad están en el patio de la casa de los abuelos, donde mi primo y yo creábamos el mundo que nos apetecía, tardes enteras en las que cualquier idea nos cautivaba. Era mucha nuestra complicidad, siempre estábamos ocupados imaginando juegos y frecuentemente buscábamos la manera de alargar el tiempo que nos quedaba corto.

Más adelante, los años reemplazan al juego infantil por otros descubrimientos. De pronto nos resulta interesante el mundo de los demás, esos otros distintos que tienen nuevas cosas para descubrir, experimentar y mientras nos acercamos con curiosidad, nos vamos descubriendo a nosotros mismos y nutriendo nuestro mundo de algo de esos otros que acabamos de conocer. Acercarnos es inevitable, irresistible. Se tiene que ser muy joven para tener esa curiosidad, esa necesidad de saber qué pasa en el camino de los demás y convertirse de pronto en un grupo, en un conjunto que tiene vida colectiva, porque solo así tiene sentido.

La amistad adolescente es lo más fuerte que hay, sin duda. Es el momento más generoso de compartir descubrimientos y asombrarse con una intensidad que solo es posible con la inexperiencia y la energía de ese tiempo. Es fascinante como los amigos son seres que le dan sentido a todo en ese momento vital.

Al crecer creemos que dejamos de jugar, pero la verdad es que no es así, nunca dejamos de hacerlo. Necesitamos inventarnos un mundo y encontrar con quién compartirlo, porque está en nuestra naturaleza. Necesitamos eso que nos da un descanso, nos ayuda a saber que no estamos solos y nos conecta con esos amigos, esos otros seres que comparten el camino y que buscan, como todos, un espacio que nos vuelva a las tardes de la niñez en las que nada más importaba. 

Hay algunos amigos que son temporales, que solo tienen sentido en una parte del camino, que conocemos en determinado momento y que se vuelven indispensables porque hay una construcción necesita ser colectiva en el instante que nos encontramos. Llegan, coinciden y juntos construimos, aprendemos y lo dejamos cuando la misión se cumplió. La huella que dejan siempre será importante, por muy poco que haya sido el tiempo de estar conectados.

Otros, esos amigos que sin importar el tiempo ni la distancia se mantienen cerca, porque ese mundo que inventamos juntos es vital y la carga que llevamos es pesada, nos necesitamos para llevarla, aprender de ella, mirarla por momentos en las manos de los otros.

Amigos para escuchar y sentirnos escuchados, para cuidarnos y divertirnos. Los amigos son más que necesarios.

Do you need anybody? 

I just need someone to love

Could it be anybody?

I want somebody to love

Oh, I get by with a little help from my friends

Gonna try with a little help from my friends

Oh, I get high with a little help from my friends

Yes, I get by with a little help from my friends

With a little help from my friends