Mateo


En medio de todos, se destaca por ser distinto, descomplicado, bastante despistado, esencialmente dulce.
Digo yo que mi Mateo llegó a cambiar mi vida para siempre, y no en el sentido que lo diría cualquier madre sobre cualquier hijo, no... el Mateo, cambió todo con la noticia de su llegada.
La Pelu de la mano, dejando pañales y creciendo todos los días y yo soñando con la posibilidad de lograr ser una familia.

Nació el Mateo, yo no sentí ningún dolor, solo vi nacer la posibilidad de que mi familia sería la que soñaba. Mi cuerpo no tuvo tiempo de recuperarse de la cesárea, mi Matis volvió a la clínica, no pude darle el pecho, no pude abrazarle durante varios días. Hubo mucho tiempo para contemplarlo de lejitos, mucho tiempo para soñar con este niño y su hermana. Esos días junto a él, con él, le dí una mirada a lo que venía por delante, lo que quería para nosotros. Mateo tenía 6 días de nacido, yo unos pocos más. Mucho por vivir, muchos sueños por cumplir.
Duras decisiones, aprendizajes y experiencias llegaron con Mateo. El principio de una vida que cambió para siempre.
Por eso cuando ahora lo veo, a sus quince años, único, maravilloso, solo puedo quererle, contemplarle de lejitos otra vez y sentir que es la mayor motivación de mi vida. Que su vida es lo mejor que me ha pasado y que hoy disfruto de cada minuto de aprendizaje que me regala con su forma de ser.



Comentarios

  1. Tu mateo. Mi mateo. Nuestro Mateo. Le queremos. Nos hace mejores. Nos hace felices.
    Aue

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  2. que lindo escribes! se me fue la lagrima!

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