a propósito del día de la madre

Esta misión en mi caso, llegó de pronto, sin haberlo planeado. Me convertí en madre antes de convertirme en adulta. Aunque duro trabajo, no resultó muy difícil acoplarme a él, levantarme en las noches "en automático", procurar que mi bebé esté limpia, alimentada, feliz, dedicarle tiempo y amor que salían naturalmente de mí, en medio de mi vida de juventud. Así pasan los años, viviendo, compartiendo y disfrutando esta vida completa que mis hijos llenan con la suya, con su intensidad, su presencia.
Crecieron y la tarea se puso más complicada. Compartir la vida con estas personas grandes y formadas, que decidieron vivir y descubrir, sin creer que la sola advertencia de la mamá les puede ahorrar problemas. Quieren vivirlo, y es lo justo. Todos lo hemos hecho.
Ya lo he dicho muchas veces, la tarea de madre es compleja, en mi caso, la más difícil que cumplo... se descubre día a día y no termina nunca.
Humanas, imperfectas, reales... Hasta donde puedo ver, las mamás no somos esa cosa dulce tierna y pura que dicen todas las tarjetas y los poemas cursis del día de la madre, somos esas que lloramos en la presentación del kinder cuando se apaga la luz para no avergonzar a los hijos, las que nos hacemos las muy "cool" con los hijos grandes mientras nos cuentan aventuras que nos estrujan el corazón... porque ya las vivimos, las que nos cansamos y recuperamos como sea en función de lograrlo todo...
Feliz día a mis amigas madres, que compartimos la tarea y nos entendemos perfectamente, en un código que solo las mamás conocemos.
Un abrazo grande, buenas fuerzas y energías para seguir, combinando amor y firmeza día a día.

Comentarios

  1. Tal cual amiga, tal cual. Cuando Franca nació y la enfermera me dijo, con el último pujo "ya todo terminó, lo hiciste muy bien" la miré y le respondí "esto apenas empieza": según ella, ha sido la única respuesta realista que ha recibido en sus años de labor en el pabellón de parturientas jaaaaaa. No sé qué nos espera a Franca y a mí para cuando crezca pero desde ya espero seas mi consultora. Besos.

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  2. A las órdenes la consultora con la experiencia y la intensidad que me da esto de la maternidad.
    Es verdad, el "último pujo" sería el principio de otra vida (tal cual) para la madre, vida que cambia para siempre.
    Abrazos colega

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