lo que usamos, lo que guardamos, lo que compartimos

Hace unos días mirando a mi alrededor y organizando un poco mis cosas, me dí cuenta de cuánto tengo como para usar, guardar y regalar.

Empecé por clasificar mi ropa y cosas del armario con esos criterios: Usar- mirando qué me gusta, qué me sirve y me queda bien. Guardar- pensando en mis hijos, hermanos y en la posibilidad no consentida de cambiar de talla. Regalar- pensando que si algo regalo, deberé pensar bien a quién y por qué lo hago. Lo interesante es que quedó suficiente para todos y lo más interesante es que encontrarme en esa tarea me hizo reflexionar sobre esta capacidad de acumular cosas sin ton ni son, al punto de poder usarlas, guardarlas y compartirlas, casi sin sentir la diferencia.

Entonces, yendo un poco más allá, pensaba si esto puedo hacer con mi ropero, lo mismo sucede con mi tiempo, mi energía, mis pensamientos, mi dinero, mis pocos talentos...lo que sea que tenga conmigo.

Usar- en qué? quedará bien? es necesario?

Guardar- para qué? tiene sentido guardarlo?

Regalar- a quién? por qué? le servirá?

y entonces si hablamos de tiempo, USAR_ en qué uso mi tiempo? es necesario dedicar mi tiempo a esto? GUARDAR_ para qué me reservo tiempo? REGALAR- A quién le regalo tiempo?

si es dinero_ En qué lo uso? para qué lo ahorro? a quién se lo regalo?

Y así... esto me ha motivado a buscar una causa con la que me sienta identificada- para regalar por ejemplo... tiempo, cosas, dinero, lo que sea...

Me ha motivado a usar lo necesario y justo, a guardar por alguna razón.

No puedo dejar de sentirme afortunada.