Tomás

Derroche de ternura y creatividad; no deja caja de cartón ni pedazo de papel sin convertirse en juguete, en cuento, en idea nueva, en fantasía.
Un caballero que leía cuentos antes de saber decir su nombre, un compañero maravilloso de la vida, un científico, un astronauta, un ciclista, un asombroso conjunto de talento y conciencia de la vida que en sus ocho años parecería imposible.

Llegó a completar la familia, a ocupar un lugar que le teníamos guardado mucho tiempo antes de saber la noticia de su presencia.  Llegó a ser vida nueva,  a multiplicar las sonrisas,  a mostrarnos que el mundo puede mirarse con ojos de descubrimiento, de fascinación.

Mi Tomás no puede describirse.
Mi Tomás es único.

Comentarios

Entradas populares